El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) informó que alrededor de 1.6 millones de migrantes irregulares se han autodeportado desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, aunque no presentó evidencia para respaldar esa cifra. Además, señaló que se han deportado casi 600 mil personas en lo que va de este gobierno, sumando más de dos millones de extranjeros que habrían abandonado el país.
La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, aseguró que “las políticas del presidente Trump y el liderazgo de la secretaria Kristi Noem están dando resultados”, al presentar los números. Sin embargo, organizaciones como Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC) de la Universidad de Syracuse han puesto en duda la veracidad de esas cifras, al señalar que los arrestos migratorios se han reducido y que no existen pruebas claras de los supuestos retornos voluntarios.
El DHS tampoco precisó si los migrantes utilizaron la aplicación CBP Home, que ofrece un bono de mil dólares a quienes confirmen su salida. Reportes oficiales indican que los arrestos diarios cayeron a mil 55 en agosto, lejos de la meta de tres mil ordenada por la Casa Blanca. La presentación de estas cifras coincidió con el discurso de Trump en la ONU, donde volvió a colocar la migración como eje central de su agenda.