Israel lanzó ataques aéreos sobre Teherán, Karaj y el reactor nuclear de Arak, mientras Irán respondió con misiles hipersónicos y drones. Las explosiones sacudieron Tel Aviv y Jerusalén. En Beerseba, un hospital fue alcanzado, con al menos 32 heridos reportados en Israel y cientos de muertos en Irán.
El ayatollah Jamenei rechazó el ultimátum de Trump para una “rendición incondicional” y advirtió sobre consecuencias irreparables si EE.UU. interviene. Washington ha posicionado bombarderos y analistas reportan que Israel podría quedarse sin misiles interceptores en menos de dos semanas, lo que aumentaría la presión sobre Estados Unidos.
Trump aseguró que todas las opciones siguen “sobre la mesa” y vetó un plan para asesinar a Jamenei. Irán acusa a EE.UU. de complicidad en el conflicto y pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. La comunidad internacional teme que la guerra escale a nivel regional con intervención directa de potencias.