Pese al rechazo de ejidatarios en El Potrero, el gobierno estatal continúa con la socialización del proyecto de la presa Milpillas. El gobernador David Monreal fue abucheado durante un encuentro, aunque el secretario de Gobierno, Rodrigo Reyes, minimizó el incidente como provocación de “un grupo pequeño”.
Reyes afirmó que el diálogo con 200 ejidatarios sigue en curso y descartó que el proyecto tenga fines industriales. Aseguró que se busca consenso sin imposición, alineados con la postura del gobierno federal: “Nada se hará por la fuerza”.
El funcionario defendió los beneficios de la obra, como el abastecimiento de agua potable y generación de empleos. También planteó que podría detonar un polo turístico y contribuir a reducir la marginación en Jiménez del Teul.
La Comisión Nacional del Agua trabaja en un boceto técnico para presentar a las comunidades. El gobierno estatal busca desmentir lo que considera desinformación, pero enfrenta resistencia comunitaria arraigada. El proyecto avanza en medio de tensiones, dudas y promesas de desarrollo aún por concretarse.