La inversión extranjera directa de Estados Unidos en México se ha fortalecido en los últimos años debido al distanciamiento económico de Washington con Pekín. Según datos de la Secretaría de Economía, entre 2021 y 2022 los flujos de capital estadounidense representaron 47.5% y 42.6% del total, cifras por encima del promedio histórico de 40%. Este comportamiento se da en un contexto marcado por tensiones comerciales con China y por la reconfiguración de las cadenas de suministro tras la pandemia.
Ignacio Martínez Cortés, del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la UNAM, explicó que los aranceles aplicados por administraciones de Barack Obama, Donald Trump, Joe Biden y nuevamente Trump han reducido la participación china en el mercado estadounidense. Esto, aseguró, ha favorecido un mayor dinamismo de la inversión norteamericana en territorio mexicano.
La participación china en México sigue siendo baja, aunque creciente, con 1.59% en 2022 y 1.88% en 2024. Sin embargo, su influencia indirecta es mayor a través de inversiones en empresas de terceros países. Expertos advierten que este panorama consolida a México como un destino estratégico para la relocalización de capital, mientras Estados Unidos busca reducir su dependencia de Asia en sectores clave como manufactura y tecnología.