A dos años del ataque de Hamas contra Israel, la Franja de Gaza vive uno de los momentos más devastadores desde el inicio de la guerra. Tanques, barcos y aviones israelíes bombardearon sin pausa varias zonas del enclave, dejando más de 67 mil palestinos muertos, según el Ministerio de Salud local. La ciudad de Gaza ha quedado reducida a escombros, mientras miles de habitantes intentan huir hacia refugios saturados en el sur.
Autoridades palestinas denunciaron un “genocidio sanitario” por la falta de atención médica y el bloqueo al traslado de incubadoras y suministros. UNICEF advirtió que los hospitales colapsan y los recién nacidos deben compartir oxígeno. Naciones Unidas alertó que algunas familias se refugian en vertederos, como el de Al Amal, ante el hacinamiento en los centros de ayuda humanitaria.
Desde Doha, Hamas reivindicó su ofensiva de 2023 como una “respuesta histórica” a la ocupación israelí, mientras Israel mantiene sus operaciones con apoyo logístico de Estados Unidos. La ONU volvió a exigir un alto el fuego inmediato para permitir asistencia humanitaria en la zona.