El presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 700 marines a Los Ángeles para apoyar a la Guardia Nacional, intensificando la respuesta federal ante protestas por las redadas antimigrantes. El Pentágono confirmó que llegarán 2 mil elementos más en los próximos días.
Aunque los marines no actuarán como fuerza policial por ahora, Trump advirtió que podría invocar la Ley de Insurrección. El gobernador Gavin Newsom denunció la acción como ilegal e inconstitucional, y anunció una demanda por abuso de poder. “No hay invasión, no hay rebelión”, declaró el fiscal Rob Bonta.
Trump afirmó que “liberará” a Los Ángeles y acusó a los migrantes de ser una amenaza interna. Legisladores y organizaciones civiles alertan que esta militarización busca reprimir la protesta social. Expertos advierten que, si se impone por la fuerza, podría convertirse en un precedente autoritario. La tensión crece entre el gobierno federal y autoridades locales en California.