Durante el Foro Nacional para la Gestión Eficiente de Agua y Energía, el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar presentó un decálogo de medidas para enfrentar la crisis hídrica en el campo mexicano. Las propuestas combinan eficiencia energética, combate a la extracción ilegal y acceso justo a recursos básicos. El objetivo: una transición hacia prácticas más sostenibles.
Entre las acciones destacan el uso del subsidio eléctrico como incentivo para ahorrar agua, la modernización de bombas y la promoción del bombeo solar. También se plantea otorgar créditos solo donde haya agua disponible, y cortar electricidad a pozos sin permiso. La clave está en vincular financiamiento con responsabilidad ambiental.
El decálogo incluye además el control del volumen extraído, la eliminación de pozos ilegales y la prohibición de venta de productos irrigados con agua clandestina. Se busca proteger los acuíferos, reducir la huella ecológica y garantizar un futuro hídrico para el campo. Las propuestas también impulsan el uso de tecnologías limpias.
Según Ramírez Cuéllar, estas medidas permitirán aumentar la productividad sin comprometer el medio ambiente. Además, ayudan a construir un modelo más equitativo, donde el agua y la energía se distribuyan con criterios de legalidad, justicia ambiental y sustentabilidad. El campo, dijo, no puede esperar más.