Rusia disparó 728 drones y 16 misiles contra Ucrania, el mayor ataque aéreo desde 2022. El presidente Zelensky lo calificó como un intento de sabotear los esfuerzos de paz, mientras que la ciudad de Lutsk fue la más afectada, con misiles hipersónicos y sin reportes de muertos.
El Kremlin restó importancia a las amenazas de Trump, quien anunció nuevas sanciones y envío de armas a Ucrania. Rusia confirmó que el ataque se dirigió a aeródromos militares. Kiev señaló que parte de los drones rusos son señuelos para desgastar su defensa antiaérea, aunque interceptaron 718 artefactos en total.
Los bombardeos causaron daños en al menos diez regiones, mientras Moscú y San Petersburgo enfrentan caos aéreo. Ucrania y Rusia compiten en la fabricación masiva de drones, sin cifras verificables. La cancillería rusa denunció que Kiev atacó una playa en Kursk, causando la muerte de un niño, y pidió condena internacional por ese supuesto acto.