El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que autorizó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a realizar operaciones encubiertas en Venezuela, argumentando que el país sudamericano es origen de narcóticos que llegan por mar a territorio estadounidense. El anuncio ocurre tras una serie de ataques en el Caribe contra embarcaciones presuntamente dedicadas al contrabando de drogas, que han dejado cinco barcos destruidos y 27 personas muertas.
Trump señaló que “la autorización se dio por dos razones: las drogas y las prisiones vaciadas hacia Estados Unidos”. Agregó que su gobierno evalúa la posibilidad de realizar operaciones terrestres en la región, aunque evitó precisar si la CIA tiene permiso para actuar directamente contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Medios estadounidenses revelaron que la Casa Blanca considera a los cárteles “combatientes ilegales” en un conflicto armado.
La decisión provocó críticas en el Congreso, donde legisladores advirtieron que Trump podría estar incurriendo en un acto de guerra sin autorización. La senadora demócrata Jeanne Shaheen alertó que las acciones encubiertas y los ataques letales acercan a Estados Unidos a un conflicto abierto sin supervisión. Organismos de derechos humanos también han expresado preocupación por posibles violaciones a la ley internacional y ejecuciones extrajudiciales derivadas de esta política.