El ex presidente colombiano Álvaro Uribe fue declarado culpable de soborno a testigos y fraude procesal, en un fallo histórico que cierra un proceso judicial de más de una década. El exmandatario enfrenta hasta 12 años de prisión, aunque con beneficio de arresto domiciliario.
La justicia lo encontró responsable de manipular testigos para ocultar presuntos vínculos con el paramilitarismo. La sentencia, que será anunciada esta semana, se basa en testimonios y pruebas entregadas por más de 90 personas, incluidos exparamilitares y excolaboradores.
Uribe se declaró inocente y denunció persecución política. Mientras tanto, Gustavo Petro pidió respeto internacional al fallo, tras críticas del secretario estadounidense Marco Rubio. La condena marca un hito para Colombia y expone las tensiones entre el poder judicial, sectores de ultraderecha y la comunidad internacional.